Entonces, Mónica, aún con el cuerpo de su hermana ensangrentado en el suelo y el cuchillo caliente de vida entre los dedos, fue al lavabo, se miró al espejo y descubrió que ella también tenía dos enormes y preciosos colmillos entre sus labios.
_______________________________________________________________
No me terminan de convencer los colmillos en las sonrisas, y mira que yo los tengo demasiado pronunciados
ResponElimina