divendres, 30 de setembre del 2011

Dos.




Si tienes ganas de ir al lavabo, despiértame y te acompaño, no quiero que ningún monstruo te haga daño
, y le daba un beso en la mejilla y se ponían a dormir cogidas de la mano.


Claudia y María, las niñas, dormían juntas en la misma habitación. Era una habitación preciosa, con las paredes verdes y una enorme ventana que daba al río. Algunas noches, sin que sus padres lo supieran, se escapaban por la ventana y se bañaban en el río, sobretodo en primavera o verano. Luego llegaban a la habitación llenas de risas y de agua, se secaban con la toalla y se metían en la cama, juntas, con los pies fríos como cubitos de hielo. Entonces era cuando María se lo decía a Claudia. Temía que, entre aquellos bosques, hubiera monstruos dispuestos a asustarlas. Si alguna tenía que ir al baño, despertaba a la hermana para no ir sola. Así era como luchaban contra el monstruo.


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dimarts, 20 de setembre del 2011

madeof.


Mamá, estoy completamente enamorada, ¿De quién ,mi niña?, De un hombre que viste con traje y corbata pero que, en realidad, es de chocolate con nueces y nata montada, Pues tráelo a casa una tarde y probamos un poquito de este nuevo pastel, a lo mejor, me ayuda y encontramos una nueva receta. Y se rieron y se abrazaron y su madre le manchó la nariz con la levadura que tenía en los dedos. Su madre era pastelera. Pero no una pastelera cualquiera. No. Era la mejor pastelera de la ciudad. ¿Qué digo de la ciudad? Era la mejor pastelera del aire, que hay mucho y es materia incontable.


Su madre siempre hablaba de las personas como si fueran pasteles. ¿Qué ingrediente le falta a este?, Yo creo que con un poquito de fresa y una pizca de almendra mejoraría un montón. A Nieves le encantaba eso de su madre. Le enseñó a ver a las personas como pasteles, y todos los pasteles tienen una receta, unos ingredientes que los componen. A Nieves, el ingrediente que más le gustaba era el chocolate. De todas las clases: blanco, cienporcien negro, con leche, con almendras, con naranja, con menta, cualquiera que fuese, le volvía locas. Por eso, como Manuel le gustaba tanto, creyó que estaba hecho de chocolate.