diumenge, 25 d’abril del 2010

Tormenta






Ayer vi el mar bajo tu piel.

Ayer vi el mar bajo tu piel y quise lanzarte un flotador salvavidas.

Quería ser capaz de beberme tu mar o que tú fueras capaz de convertirlo en un río de esos pequeñitos que llevan poca agua y son tan y tan bonitos.

Aunque no quiero engañarme.

La humedad seguirá en tu interior como lo está en el interior de todos. Pero es que te vi tan y tan y tan mojado que sentía que me ahogaba.

Y dejé de mirarte. No te miraba porque no sabía cómo hacerlo

muertademiedo

Me puse rígida para defenderme de tu agua, con mi escudo antitristeza, como dice el niño de la peli que acabo de ver. En realidad mi escudo es uno de los más fuertes y creo que eso es más malo que bueno porque me pongo duraduraduraduraduradura cuando hay alguien frente a mi temblando como el reflejo de la luna en el agua.

Yo sólo quiero acercarme a ti, meter la boca dentro de tu piel y tragarme una parte de tu océano, con pececitos incluídos, claro que sí.




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