dissabte, 6 de novembre del 2010

En el lago




Estoy sentada a orillas de un lago precioso, tremendamente bello y la belleza del paisaje se me está metiéndo por el cuerpo y me hace sentir como un temblor y una risa floja que no sé de dónde viene, ni a dónde va. El sol me calienta la nuca, mi sombra me muestra la fotografía de mí misma en este preciso instante en el que mis ojos están bañados de cosas bonitas y no entiendo cómo la mera contemplación puede alterarme de este modo, hacerme tiritar, sentir algo atravesado en mi nuez, querer retener para siempre este paisaje, este escenario que tengo sobre mi mirada. Hago fotos, dos, tres, cinco, no sé ya cuántas he hecho. Pero en ellas no veo lo que yo siento, lo que la visión de este mundo está provocando en mis huesos. Escribo, sí, también he cogido mi libreta y me he puesto a escribir para, de otro modo, intentar entender esto que tengo en el cuerpo y recordarlo para siempre.Pongo voz a mi temblor. Pero tampoco es suficiente.

Ahora sólo me queda sentir.
Dejar la libreta, la cámara, la cabeza, envolverme en este aire
y sentir, sólo sentir.


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(y aquí os dejo mis dos intentos de inmortalizar ese momento)



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2 comentaris:

  1. Conozco esa sensación. Es una maravilla, disfrútala siempre que vuelva, porque volverá.

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